Entendemos como Fintech al uso de la tecnología a la hora de ofrecer productos y/o servicios financieros ya sea a través de aplicaciones móviles y/o plataformas web. Las Fintech abarcan una nueva ola de empresas que reducen los costos y simplifican los procedimientos, mejorando la eficiencia de estos servicios, favoreciendo la inclusión financiera y el acceso a créditos, medios de pagos, préstamos e inversiones de y para personas naturales y/o jurídicas.
Dicho esto, podemos evidenciar que la esencia de las empresas Fintech es la de facilitar la vida del usuario acelerando y simplificando procesos como lo son: (i) solicitar un crédito online, (ii) cambiar divisas o, (iii) realizar un pago; es decir mejorar la experiencia del usuario. La tecnología es el mejor aliado de cualquiera de estas empresas que está generando un cambio profundo en la banca tradicional, introduciendo alianzas y retos para la industria financiera que deberán ser tomados como los puntos de inflexión que generarán un cambio pleno en relación a la banca que acostumbramos.
Cuando hablamos de cambio, los sectores que mayor disrupción tuvieron fueron aquellos vinculados al envío de dinero y pagos, lo cual generó el nacimiento de distintas empresas en el ecosistema Fintech en Bolivia. Actualmente, esta industria está bajo la óptica de los Venture Capitalists y el mundo inversor, atrayendo talento de la banca tradicional que, a pesar de incluir nuevos servicios en relación a su adaptación a la tecnología, se sigue rigiendo bajo la estructura operativa y jerárquica habitual.
De acuerdo a la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, en su artículo 331, establece que las actividades de intermediación financiera, la prestación de servicios financieros y cualquier otra actividad relacionada con el manejo, aprovechamiento e inversión del ahorro, son de interés público y sólo pueden ser ejercidas previa autorización del Estado. Asimismo, el Banco Central de Bolivia (por sus siglas “BCB”) tiene plena capacidad para regular los Sistemas de Pago con el objetivo de promover la eficiencia de las transacciones de fondos entre personas naturales y/o jurídicas.
Dicho esto, en el parágrafo III del artículo 8 de la Ley N° 393 de Servicios Financieros, establece que la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (por sus siglas “ASFI”) emitirá reglamentación especifica y supervisará los sistemas financieros e igualmente la actividad del mercado de valores. Ahora bien, aquellas empresas que incurran en la prestación de estos servicios deberán contar con la Licencia de Funcionamiento otorgada por la ASFI y cumplir con las determinaciones de autorización.
La falta de regulación y actualización de la normativa vigente, obliga a las Fintech a desarrollar sus actividades en los denominados loopholes que ésta les otorga. Lo que impide el despegue eficiente de estas empresas financieras tecnológicas, mas no las frena de seguir disrumpiendo el mercado ofreciendo soluciones tecnológicas que permitan la inclusión financiera, otorgando un papel a todos los actores que deseen ser parte del ecosistema.
Con el crecimiento de la industria a pasos agigantados a nivel global, se proyecta un buen panorama de inversión en Latinoamérica y Bolivia, siendo esta última, poseedora de un amplio margen de mercado y un nicho prometedor. Lo cual nos deja la brecha abierta para seguir creando e innovando.
A la espera de cómo evolucionará este escenario es importante impulsar la innovación y el crecimiento de las empresas digitales dentro de un mercado único y garantizar la confianza y seguridad de los usuarios. Es por esto que, en Indacochea & Asociados contamos con abogados especializados en Fintech y nos preocupamos por entender y comprender de manera integral las necesidades de nuestros clientes que se dedican o proyectan incursionar en el ecosistema Fintech, llevándolos de la mano en cada una de las etapas de su proyecto.